La orientación no es algo exclusivo de la arquitectura o la construcción, es algo que afecta cada uno de los aspectos de nuestra vida y el entorno que nos rodea. Desde los animales en la migración, hasta las plantas siguiendo la trayectoria del sol, todos estos fenómenos naturales tienen en común a la orientación como parte intrínseca de la vida.
Todas las civilizaciones y personas que han habitado este planeta han tomado en cuenta, de una manera u otra, la orientación. Desde los primeros vestigios de la humanidad con las cuevas hasta la actualidad con los rascacielos, la orientación es una constante inamovible y un factor indispensable para el desarrollo de la humanidad y de la arquitectura.
¿Qué es la orientación en la arquitectura?
Cada orientación trae consigo una serie de cualidades específicas de iluminación, ventilación y temperatura, que se ven directamente influenciadas por su posición geográfica y clima, en este artículo haremos referencia a las orientaciones en el hemisferio norte.
La iluminación, directa o indirecta, se refiere a la cantidad de luz natural que entra en el espacio.
La ventilación es el hecho de suministrar aire fresco y remover el aire atrapado de un espacio por medios pasivos o naturales.
La temperatura es la propiedad física que se refiere a las nociones comunes de calor o ausencia de calor. Misma que tiene una relación estrecha con el asoleamiento ya que a medida en la que aumenta, se incrementa la temperatura.
Como ya se mencionó todas estas incrementan o disminuyen de acuerdo a la orientación y por lo tanto dotan de distintas cualidades a las orientaciones, sin embargo estas también pueden llegar a afectarse entre sí.
Orientaciones y sus cualidades básicas
La orientación Norte y sus variantes
Debido a la trayectoria solar, un edificio con orientación Norte siempre tendrá el sol a sus espaldas, por lo que no recibe asoleamiento directo en todo el año. Se caracteriza por gozar de una iluminación indirecta homogénea durante el día. De igual manera, la orientación norte cuenta con la presencia de vientos dominantes que vienen en sentido Norte-Sur.
La orientación Noreste tiene una iluminación directa en las mañanas de verano. En los inviernos, debido al cambio de la trayectoria del sol, el asoleamiento e iluminación son indirectos.
La orientación Noroeste carece de asoleamiento durante los días de invierno. En los días de verano capta los rayos de sol a partir de la tarde, iluminando de manera indirecta.
La orientación Este
Es la orientación de la salida del sol y recibe asoleamiento todo el año desde el amanecer hasta el mediodía, iluminando de manera directa por las mañanas. En invierno el asoleamiento es más suave, mientras que en el verano incide más. En general, la temperatura en relación a esta orientación no es alta.
La orientación Sur y sus variantes
La orientación Sur recibe asoleamiento e iluminación directa todo el día durante todo el año debido a la trayectoria solar. Sin embargo, esta exposición solar prolongada puede ser contraproducente ya que la temperatura aumenta conforme transcurre el día.
La orientación Sureste recibe asoleamiento gran parte del día, especialmente por las mañanas de invierno. En verano, a partir de mediodía, el nivel de asoleamiento recibido es menor. Este asoleamiento provoca que la temperatura sea menor pasando el mediodía.
La orientación Suroeste recibe un asoleamiento más directo en las tardes de invierno. En verano, capta directamente los rayos del sol a partir del mediodía, provocando temperaturas altas.
La orientación Oeste
Es la orientación que recibe el asoleamiento desde el mediodía hasta el atardecer. La trayectoria del sol y asoleamiento vuelven a esta orientación la que más calor genera debido a que es un sol de la tarde. La iluminación generada es directa a partir del mediodía.
El correcto análisis de las orientaciones es fundamental ya que de ello dependerá que los espacios gocen de una buena iluminación y ventilación natural. Esto brinda una mejor calidad de vida a las personas que hagan uso de estos espacios, sin olvidar que se puede suponer un ahorro significativo en el consumo energético.
Beneficios de la iluminación y ventilación natural
Una correcta iluminación natural brinda calidez, amplitud visual al espacio, capta el sol y su calor en épocas frías, sin llegar al punto de que sea incómodo. De igual manera, la iluminación natural reduce el uso de luz artificial y por lo tanto disminuye el consumo y costo de la energía eléctrica. Con la arquitectura es posible conseguir iluminación natural a través de vanos o vacíos laterales o cenitales en un espacio, es decir ventanas o domos que permitan el paso de la luz del sol. Si bien se podría pensar que una mayor iluminación puede generar un aumento en la temperatura este no es el caso ya que se puede gozar una sin sufrir las consecuencias de la otra.
La ventilación natural tiene como principal objetivo suministrar y eliminar aire de un espacio interior sin utilizar sistemas mecánicos. Ésta, realizada de una manera correcta, mantiene regulada la temperatura de los espacios y con un buen confort térmico. Esto es logrado cuando se proyectan en el espacio suficientes entradas de aire del exterior hacia el interior teniendo como consecuencia menor humedad en el ambiente.
La orientación determina la manera en la que se puede utilizar los espacios que habitamos. Ya sea si se puede estar mucho tiempo o no, que tipo de actividades se pueden realizar y hasta qué cantidad de energía se va a consumir. Una correcta orientación, sumada a ventilación e iluminación natural producto de esta, generará por consecuencia un óptimo estado de confort permitiéndonos vivir una mejor vida.
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